Nuestra casa. Nuestro lugar en el mundo. Después de vivir casi 5 años en la "casita del fondo" logramos mudarnos a la casa de "adelante". De esto hace ya 3 navidades.
El esfuerzo fue tremendo, no solo monetario (que ya es muchisimo!) sino de trabajo codo a codo, sin fines de semana, ni vacaciones. Todo tiempo libre lo dedicábamos con Guille a construir el futuro nido con nuestro pequeño Mateo acompañàndonos en cada tarea.
Nuestra casa está diseñada según los materiales de demoliciones que íbamos consiguiendo: puertas, ventanas, inodoros, mesadas de cocinas, frentes de placard, maderas, vigas, durmientes, faroles... en casa todo es de segunda hasta las canillas!
Fueron jornadas de realizar en metal la estructura del techo, de colocar las chapas, de bajar las alturas de puertas, de realizar el entre piso con pino tea, de lijar y lijar y lijar, soldar perfiles para realizar las ventanas de la planta baja, de cortar paños gigantisimos de vidrios y colocarlos en sus respectivos lugares, de sopetear con ácido los viejos pero hermosos radiadores y el termotanque,de colocar pisos, los cerámicos, de pintar con antioxido, con preservador de madera, con fondo para madera, con esmalte, con barniz... a lo que no nos animamos fue a la albañilería... teníamos miedo de hacer mal las mezclas... así que levantar paredes y revocarlas fue tarea de especialistas: albañiles.
Hicimos toda la instalación eléctrica, telefónica, video cable, agua, etc.
Y el 24 de diciembre de 2006 decidimos recibir la navidad en el nuevo hogar. Recuerdo que aun tenia la cocina en el fondo, pero la heladera delante, ja. Iba de aquí para allá. Pero nada importaba, todo era alegría. A eso de las 22 hs nos fuimos a bañar. Y pusimos en la parrilla (que aun no estaba terminada) un pollo a asar.
Esa noche fue HERMOSA. Luego del brindis, los vecinos que por ser una zona de casaquintas, están muy distantes, se acercaron a nuestra puerta y vinieron a felicitarnos por nuestro trabajo. Que emoción nos dieron!
Después de tanto esfuerzo, por supuesto quedamos agotados, un agotamiento que nos duró casi 2 años. Sí, seguíamos haciendo cosas, pero nunca mas comparable con la fuerza de aquel entonces. Es comprensible.
El otro día miraba la parrilla y recordé todo esto. De aquí salió nuestra primer comida, me dije...
Es por eso que estoy tratando de hacerle honores al fogón y tratando de hermosear la zona.
Veremos como queda.
En eso ando estos días, retocando mi nido.
Por supuesto en compañía de Matilda.
Besos