Las miro y me pregunto, donde saqué el tiempo para hacerlas?
La verdad, no lo se. Ni me pregunten. Lo que sí se, es que disfruto muchisimo tejiendo crochet.
Este chalequito lo hice para aprovechar unos sobrantes de hilo de algodon que tenìa. Todavìa me falta colocarle el cierre. Ya tejì un I cord (ausente en la foto) de unos 20 cm de largo para hacerle una especie de alamar. Cuando lo termine le saco una foto. La florcita que puse para la produccion de esta foto es una que enseñè a tejer en Zig Zag y la mariposa fue un regalo de la abuela para su nieta..
El punto es una especie de zig zag. Me basè en el patron del chevron lace cardigan de Milobo. comencè con los puntos para un talle small y luego lo adaptè al cuerpo de mi hija, que tiene 3 años pero talle 6.
Este color me encanta! Es tan alegre!
La pechera la teji con varetas desde el cuello hacia el cuerpo, haciendo aumentos en 4 lugares para separar las dos delanteras, de las mangas y de la espalda. Luego segui tejiendo en un punto de encaje (crochet lace) que saquè de este
linkEs un punto muy parecido a un saco que le hice a mi hija cuando cumplió 1 año de edad (Julio 2008)
Tenia una madejita de este algodón finito, iba tejiendo y rogando que alcanzara. Por suerte el punto fue rendidor!
También me falta hacerle el cierre. Curioso porque me encantan esos detalles, pero a la hora de hacerlos me da fiaca. En fin voy a ver cuando lo hago, en esa me quiero ver.
Hoy a la mañana en el silencio del hogar pude terminar el disfraz de mosquito. Misión cumplida.
Mientras cosía tiritas de tul recordé un disfraz de holandesa que mi mamá me hizo con papel crepe para un carnaval.
Yo tendría unos 4 o 5 años. Hacía mucho calor, hora de la siesta, y mamá dele que dele con la maquina de coser. Gotitas de sudor se caían por su frente ,de fondo se escuchaba el ruido del ventildor que azarosamente se trababa por unos segundos en una dirección la cual era corregida con un empujoncito que le daba el primero que pasaba cerca. Por esta cuestion, la mayorìa de las veces quedaba tirando aire para un solo lado. Mamá se acercaba a mi (la mamà mas linda nunca antes vista) para medirme el vestido y de la transpiración se me quedaba pegado el papel, ja ja ja. Pucha! decía y se iba otra vez a la mesa de trabajo. No recuerdo como lo resolvió, que pena, pero si me acuerdo de que ese vestido lo use durante 3 noches de carnaval y fue el disfraz mas lindo de mi vida. Hasta una antifaz dorado tenía!
Hoy tengo su costurero en mi mesa de trabajo. Me emociona mucho saber que allì miles de veces estuvieron sus manos buscando el hilo y la aguja para remendar alguna sabana, para pegar algun boton, para coser un elastico nuevo. Es una lata de te, tiene un motivo de caballos con jinetes ingleses, creo que están en una cacería de zorra. Está gastada y deslucida por tantos años de uso, nadie darìa 5 peniques por ella. Menos mal! Porque es una lata mágica, no se lo digan a nadie, shhh, allí hay duerme el hada de la costura que ayudaba a mi mamá... y nos estamos haciendo amigas!