Estas son las nuevas cubiertas para roca que tejí al crochet.
Me encanta hacerlas. El contraste de textura y color entre la piedra y el hilo me invita a meditar. A veces me imagino un corazón duro como una piedra que es cubierto por sucesivas capas de delicado tejido, simbolizando el nuevo rumbo que toma su vida. La roca siempre estará pero serán tantas las capas de buena vida que quién se atreverá a juzgarlo por sus tiempos duros?!
También imagino una voluntad firme como una roca, que hace por los demás y por sí misma todo lo que tiene a su alcance para hacer vibrar el Amor en la Vida, y los ángeles, en agradeciemiento al canal abierto para su acción, le regalan hermosos vestidos de hilo de luz... Y cuando tejo la telaraña no puedo dejar de meditar sobre la Paciencia.
Ja ja ja! Cómo estoy, no? Y sí, últimamente estoy mas para adentro que otra cosa. Medito, rezo, constelo, me silencio, observo, callo.
Y dentro de mis silencios en mi patio trasero, tuve la oportunidad de ser espectadora del desarrollo de esta bonita flor.
Este catus hace varios años que me acompaña, es la primera vez que florece. La flor no sólo es hermosa, tambien tiene un delicado perfume que es encantador.